UN PROYECTO DE CLICA ONLINE MARKETING DIGITAL

Preguntas Frecuentes

La huella que dejamos Clica Online

Todo deja huella. Marca nuestro paso.

La diferencia está en cómo respondes a la huella que dejas.

La huella que dejamos es una iniciativa con conciencia medioambiental que en Clica Online ponemos en marcha con el objetivo de compensar la huella de carbono que produce la actividad diaria de las empresas. Para ello, vamos a destinar una parte de la cuota que nos pagan nuestros clientes a compensar y mejorar el impacto ambiental de nuestra actividad. Así, en este proyecto intervienen dos agentes principales: nosotros, como Cicla Online, por dar soporte al proyecto y nuestros clientes, por confiar en nosotros.

Con la ayuda de la calculadora verde, calcularemos cuánto es necesario hacer no solo para compensar nuestra huella sino para dejar un balance positivo, y con estos resultados plantaremos árboles, seres maravillosos que tienen la capacidad de reequilibrar el ciclo del carbono. También crearemos viveros de semillas y apadrinaremos proyectos que regeneran suelo, biomasa y ecosistemas completos.

El ciclo del carbono es un ciclo biogeoquímico, es decir, un circuito de intercambio de elementos químicos entre los seres vivos y el ambiente que los rodea. Es, junto a los del agua y del nitrógeno, uno de los encargados de permitir la sostenibilidad de la vida en nuestro planeta. 

El carbono es un elemento clave para la vida. Se encuentra presente en diversas formas y ámbitos y en numerosas sustancias, que ejercen una labor de transmisión continua que permite su reutilización y reciclaje, sosteniendo los niveles de este elemento en un balance global. Este circuito de reutilización y reciclaje es el ciclo del carbono y está compuesto por distintos procesos que se dan al mismo tiempo permitiendo al carbono circular en diversos entornos y como parte de sustancias de muy diversa índole. 

Así es como funciona el ciclo del carbono: https://www.youtube.com/watch?v=cwLWvqf0CFw 

Una interrupción de este circuito implica el empobrecimiento de numerosos ámbitos vitales y, posiblemente, el fin de la vida tal y como la conocemos. El carbono es vital para el funcionamiento de la biosfera y para regular el clima de la Tierra, pero cuando se altera su ciclo natural y se aumenta su presencia en la atmósfera, entre otros aspectos, se empeora el efecto invernadero y, consecuentemente, se genera el calentamiento global. 

Desde hace varios siglos, y especialmente desde la Revolución Industrial, los seres humanos nos hemos vuelto adictos a los combustibles fósiles. Nuestro estilo de producción y consumo interfiere directamente sobre el ciclo del carbono. Consumimos una ingente cantidad de recursos fósiles, de forma que se ha abierto y acelerado el ciclo del carbono, un hecho que afecta al principio de sostenibilidad en el que se basan los ecosistemas. 

Con la quema de los combustibles fósiles emitimos dióxido de carbono a la atmósfera a una velocidad que los organismos fotosintéticos no pueden asimilar y retener. El calentamiento global producido a través del efecto invernadero y la deforestación masiva llevada a cabo por los seres humanos también tiene un impacto en todo esto, en un proceso que se está retroalimentando y que seguirá así mientras no actuemos de manera contundente.

Por suerte, ya existe una fuerte conciencia ecológica. Todas las personas sabemos qué es el cambio climático, qué es el calentamiento global, cómo lo estamos acelerando… y quien más quien menos llevamos a cabo acciones para poner nuestro granito de arena en el cuidado de nuestro planeta. Pero de nada vale hacer una cosa si descuidamos otras. Todo cuenta, todos los pasos que damos dejan una huella. Y es hora de que las empresas también nos pongamos serias. 

Las empresas dejamos una gran huella ambiental, básicamente a través de la generación de dióxido de carbono. Necesitamos la electricidad para la actividad esencial que realizamos, tanto en la creación como en la distribución de nuestro trabajo, y para conseguirla hacemos uso de los recursos fósiles, cuya quema está ligada a la generación de este gas de efecto invernadero que causa el calentamiento global. También nosotras contribuimos a quitar a la tierra más de lo que puede regenerar mediante el ciclo del carbono, y así dejamos una huella en negativo. 

Hoy, con La huella que dejamos, queremos dejar un balance positivo, y para ello miramos hacia nosotros mismos y hacia las empresas con las que trabajamos. Porque es nuestra forma de gritar “¡hasta aquí!” y creemos que destinando una parte de la cuota que nos pagan nuestros clientes a compensar y mejorar nuestra huella y el impacto ambiental de nuestra actividad es nuestra mejor forma de alcanzar los objetivos que nos proponemos. 

No. Nosotros solo nos encargamos de lo nuestro y de nuestros clientes. Sin embargo, hay otros proyectos que trabajan con personas individuales y nos encantaría ponerte en contacto con ellos. Por ejemplo, puedes visitar EcoNorada, el proyecto de la persona con la que colaboramos para plantar los árboles de La huella que dejamos y que cambió su puesto de directiva en una agencia por una fuerte vocación ecológica para viajar alrededor del mundo plantando árboles. 

Nosotros no recogemos donaciones. Pero si quieres realizar una donación para fomentar la reforestación, ya sea a título individual o como empresa, puedes hacerlo a través de proyectos como EcoNorada, el proyecto de la persona con la que colaboramos para plantar los árboles de La huella que dejamos. Ella tiene activa una campaña cuya recaudación está destinada a plantar árboles allá por donde está viajando.

Para compensar la huella que dejamos vamos a destinar una parte de las cuotas que nos pagan nuestros clientes a plantar árboles, crear viveros de semillas y apadrinar proyectos que regeneran suelo, biomasa y ecosistemas completos. 

Bien, hasta ahí bien. Pero ¿cómo lo vamos a hacer?, te preguntarás. Nuestros negocios son básicamente generadores de dióxido de carbono a través de la quema de combustibles fósiles necesaria para generar la electricidad que empleamos. Dado que el cálculo completo del impacto que dejamos es inabarcable, vamos a usar este gas de efecto invernadero responsable del calentamiento global como métrica con la que empezar. Y para calcularlo, usaremos la calculadora verde para poner en relación el dióxido de carbono que generamos con nuestra actividad con lo que es capaz de regenerar un árbol. 

Sabemos que la lectura va a ser imprecisa. Pero no nos interesa un cálculo preciso sino empezar a dejar la mayor huella posible desde ya mismo. Por eso vamos a usar márgenes amplios en favor del ecosistema usando los valores máximos en generación de dióxido de carbono en nuestra actividad y los mínimos de regeneración necesarios para, así, realizar un aporte excedente.

La calculadora verde es la herramienta que nos ayudará a calcular qué es lo mínimo que debemos hacer para poder hacer un aporte que juegue a favor de la Tierra y, a partir de ahí, poder contribuir más. Usando como métrica el dióxido de carbono, la calculadora verde nos ayudará a: 

  • Calcular el impacto ambiental que tienen las operaciones de Clica.
  • Calcular el impacto ambiental de los trabajos que hacemos para nuestros clientes, es decir, de nuestros anuncios. 
  • Calcular el impacto de las acciones de compensación. 

Lo haremos poniendo en relación: 

  • Un cálculo de la cota más alta en coste de CO2 de la energía en España de las keyword estimadas al alza de nuestros anuncios.
  • La cota más baja de CO2 que regenera un árbol.

Y así podremos tener una lectura orientativa que nos permita saber qué cantidad de las cuotas que nos pagan nuestros clientes debemos destinar a los proyectos que nos permitan compensar la cantidad de dióxido de carbono que quitamos a la Tierra por nuestro trabajo y de esta manera dejar nuestra huella en positivo. En concreto, nos centraremos principalmente en plantar árboles, pero también queremos crear viveros de semillas y apadrinar proyectos enfocados en la regeneración de suelo, biomasa y ecosistemas completos. 

Podríamos haber elegido entre muchas propuestas o podríamos haber estado meses pensando y debatiendo qué hacer. Pero el tiempo apremia. Sabemos que todo cuenta, todo lo que hacemos tiene un impacto en la huella que dejamos. Por eso hemos buscado una palanca accionable con la que sabemos que produciremos una compensación a un efecto adverso de nuestra actividad. Así que hemos elegido este proyecto centrado en el cuidado al medioambiente porque, aunque no sea exacto, es un primer paso para mejorar nuestra responsabilidad. Y lo vamos a hacer ayudando a la Tierra a regenerar la huella de dióxido de carbono que dejamos. Trabajaremos en acciones concretas como la plantación de árboles principalmente, pero también la creación de viveros de semillas y el apadrinamiento de proyectos enfocados en la regeneración de suelo, biomasa y ecosistemas completos.

Además, sabemos a ciencia cierta que se va a hacer lo que queremos hacer. Para este proyecto contamos entre el equipo de Clica Online con una consejera muy especial, alguien que cambió su puesto de directiva en una agencia por una fuerte vocación ecológica: ahora está viajando por el mundo plantando árboles. Ella va a plantar todos los árboles que nos permitirán devolver a la tierra el favor que nos hace y agradecerle la vida que nos regala. 

Los árboles son seres superiores que sostienen las vidas que habitamos en este planeta. Son los pulmones del planeta y catalizadores del ciclo del carbono. Además, regulan las temperaturas, intervienen en el ciclo del agua, fertilizan el suelo, protegen de la erosión, ofrecen alimentos que muchas veces infravaloramos, son hábitat para una diversidad de seres increíbles… Los árboles son máquinas increíbles, perfectas. Casi mágicas. Sin ellos, no podría existir la vida en nuestro planeta.

Y, sin embargo, desde hace décadas, siglos, los seres humanos nos hemos encargado de acabar con ellos. Deforestaciones, quemas intencionadas e incontroladas, talas… Hemos cometido verdaderas atrocidades contra estas criaturas sostenedoras de vida. Según datos de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), cada año desaparecen unos 13 millones de hectáreas de arbolado, una superficie similar a la de Grecia o Nicaragua. Y cuantos menos árboles habiten la Tierra, más aumentarán los niveles de dióxido de carbono que hay en la atmósfera, produciéndose el efecto invernadero y el aumento de las temperaturas. 

Es hora de ayudar en la reforestación. Plantando árboles y devolviendo a la Tierra una parte de todos los que le hemos arrebatado podremos compensar nuestra huella de carbono, modelar y predecir el impacto futuro del aumento en el nivel de dióxido de carbono y, por tanto, del calentamiento global. 

Un estudio publicado en la revista científica Science https://science.sciencemag.org/content/365/6448/24/tab-figures-data afirma que la reforestación de bosques es la mejor solución contra el cambio climático: si actuásemos ahora, podríamos reducir el dióxido de carbono en la atmósfera hasta en un 25%, alcanzando de esta manera los niveles vistos por última vez hace casi un siglo. 

El PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) pone de manifiesto que para compensar la pérdida de árboles ocurrida durante el pasado decenio sería necesario plantar 130 millones de hectáreas, una superficie equivalente a la de Perú. Serían unos 14.000 millones de árboles cada año en los próximos diez años, es decir, cada persona debería plantar y cuidar, al menos, dos plantones por año. 

Además, hay otros motivos por los que plantar árboles: 

  • Limpian el aire y nos ayudan a respirar. Los árboles no solo absorben CO2, sino también olores y otros contaminantes. 
  • Plantar un árbol es fácil. No hay que ser un especialista en jardinería, solo elegir el lugar adecuado y ya está. 
  • Atraen árboles y polinizadores.
  • Son buenos para la salud física y mental. Los árboles reducen el estrés, la ansiedad e incluso la tasa de delincuencia. 
  • Y muchos otros más.

¿Empezamos ya?

Cuando lanzamos el proyecto, recibe una miniplanta. Una verdadera obra de arte en miniatura con la que contribuyen desde el primer momento a regenerar el ciclo del carbono, además de embellecer su espacio de trabajo. Porque ya lo sabemos: cada gesto cuenta, por pequeño que sea. 

Las miniplantas son creaciones de una pequeña empresa que nació durante el confinamiento de la primavera del 2020 por el Covid19. Los creadores de Miniplanta aman la naturaleza tanto como la amamos en Clica y compartimos el mismo propósito: entender y vivir las plantas con amor, admiración y empatía. 

Si quieres formar parte de La huella que dejamos, te invitamos a trabajar con nosotros. Somos una empresa dedicada a marketing y comunicación digital orientado a resultados. Nos integramos y operamos como parte de tu propio equipo, ayudándote a maximizar la rentabilidad de tu proyecto empresarial ofreciéndote soluciones flexibles y adaptadas a las necesidades de tu negocio. Confiando en Clica Online no solo estarás haciendo lo mejor por tu empresa, sino también lo mejor por el planeta en el que vives. 

SIGUE EL PROYECTO

Acciones del proyecto La Huella que dejamos

Acción Mini planta
Proyecto 2
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